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Manuel y Aurora, una pareja de toda la vida, siempre soñaron con recorrer el mundo.
Este año decidieron dar el paso: vendieron la nuda propiedad de su casa en Valencia y recibieron un pago único que les permitió reservar un crucero por el Mediterráneo, pagar un viaje a Japón y aún guardar un colchón de seguridad. Conservan el derecho a vivir en su hogar de por vida, sin preocuparse por gastos como el IBI. “Por fin vivimos nuestra jubilación como la imaginábamos”.
Esther acaba de vender la Nuda Propiedad en Madrid y sigue viviendo en su casa además de contar con un pago mensual que le permite hacer lo que quiere. A sus 76 años, Esther necesitaba un ingreso extra sin renunciar a su casa en el barrio de Salamanca. Con la nuda propiedad, recibe una renta mensual que complementa su pensión. Usa ese dinero para clases de piano, ayuda doméstica y pequeñas escapadas. «Ahora puedo vivir con tranquilidad sin depender de nadie».
En Sevilla, Carmen (78) y Adolfo (83) celebraron sus bodas de oro vendiendo la nuda propiedad con usufructo vitalicio. Recibieron liquidez inmediata que les permitió cancelar una hipoteca y reformar parte de su hogar. Ellos mantienen derecho de uso y disfrute hasta fallecer el último, mientras el nuevo titular se ocupa del IBI y comunidad. Así, celebraron sus décadas juntos en una casa renovada, sin preocupaciones.
Jorge tiene 74 años y vive en Fuenlabrada, en la vivienda donde creció su familia.
Quería seguir viviendo en su hogar, pero necesitaba ingresos para mejorar su calidad de vida. Con la nuda propiedad con usufructo, ahora cobra una renta mensual, sin perder la propiedad de su casa ni tener que venderla. Además, sus hijos podrán heredar la vivienda. «Fue la mejor forma de tener liquidez y seguir en mi sitio, con mis recuerdos».
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Gracias a la venta de la nuda propiedad, conseguimos el dinero que necesitábamos sin dejar nuestra casa. Ahora vivimos sin preocupaciones económicas.
Mis padres querían seguir viviendo en su casa, pero necesitaban liquidez. Con la nuda propiedad, lograron estabilidad económica sin renunciar a su hogar.
Me dio la tranquilidad de poder ayudar a mis hijos sin perder mi hogar. Una gran decisión que me permitió disfrutar más de mi jubilación.
No queríamos depender de nadie y esta solución nos permitió tener liquidez para disfrutar de nuestro tiempo libre.
Fue una decisión en familia y la mejor que pudimos tomar. Mis padres tienen liquidez para disfrutar su jubilación sin depender de nadie.
Soluciones seguras y personalizadas para que las personas mayores obtengan liquidez sin renunciar a su hogar.
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Alejandro